El Diseño pensado en la foto

Ocurre muchas veces, y como arquitecto de interiores es una lucha constante al momento del proceso de diseño no desviarse del principal camino el cual es el usuario.  Existe algo llamado “arquitectura egocentrista", un mal que aqueja a una gran parte de diseñadores,  como ejemplo tenemos el puente de la Constitución en Venecia de Calatrava. Calatrava es conocido por sus monumentales diseños donde las transparencias, secuencias y el color blanco predominan, logrando captar la atención del mundo, sin embargo diseñar un puente peatonal de desembarco de pasajeros sin rampas, con piso de cristal y sólo escalones es un posible causal de varios pre infartos y resbalones  a los turistas que lo cruzan obligatoria mente con sus equipajes de mano. 

Lo mismo pasa cuando uno diseña un espacio, ya sea un comedor para la familia, una tienda de ropa, un dormitorio o una oficina. El usuario tiene que estar primero con  la función del espacio, si volvemos al ejemplo del puente en Venecia, el usuario serían los turistas que lo cruzan y la función sería cruzar el canal obviamente sin mojarse y facilitando el camino de los usuarios con su equipaje. Entonces el resultado debería ser un puente donde uno lo pueda cruzar sin problemas con su equipaje y no todo lo contrario.